domingo, 2 de octubre de 2011

Como llevar a un grupo (II)

     Después de mucho tiempo, voy a seguir con lo que posteé hace ya tantos meses...
     Como explicaba en el anterior post, me encontraba entrenando a un  C con un gran nivel para la categoría, con poca autoestima, pocas ganas de superación y con un entrenador (yo) en plan coleguilla.
     Pues bien, yo tarde en darme cuenta de que la dinámica del grupo no era buena. A eso del mes de febrero, los resultados iban bien, y el equipo estaba muy cerca del liderato y entonces llegó uno de esos bailes de jugadores. A mi delantero centro que llevaba por aquel momento 27 goles en 17 partidos se lo llevaron al Juvenil B. Mi objetivo con el club era que el máximo posible de jugadores subieran, pero claro a esas alturas y haciendo una buena temporada yo quería ganar y los jugadores también. En el momento en el que faltó el delantero, yo ya sabía que el equipo se iba a resentir. Primero futbolísticamente y en consecuencia, anímicamente. por supuesto no ayudó que en el siguiente partido importante, dejara a un jugador fuera para subirme a un punta del infantil A. Ese fue otro grandísimo error. A los jugadores te los puedes ganar con palabras, pero seguro que te los ganas o pierdes con acciones.

     Fue a partir de ese momento en que se hizo evidente que la dinámica no era correcta. Se empezaron a perder los partidos importantes. Algunos jugadores perdieron su fe en mi y se convirtieron en líderes negativos dentro del equipo. Se empezaron a cuestionar mis decisiones, mis entrenos, etc etc etc...
    Intenté por todos los medios recuperar el control, pero ya era demasiado tarde. Los últimos dos-tres meses fueron totalmente inútiles. Yo mismo perdí mi propia autoconfianza al ver que no era capaz de llevar a un simple Cadete C. Y de no conseguir lo que desde el primer momento supe y que a posteriori me quedó clarísimo, que era un grupo para quedar campeones.
     A posteriori, veo, que fue bueno que me quitaran al punta goleador, ya que si no, a nivel de resultados la temporada habría sido excelente, los problemas latentes no habrían estallado, y yo no habría aprendido que tal como estaba llevando al equipo, no funcionaba.
     Realmente fue una temporada en la que viví muchas cosas, buenas y malas y aprendí mucho de ellas. el año siguiente, llevando al mismo Cadete C pero con otros jugadores, lo primero que decidí, era que no iba  a dejar que se me fuera el grupo de las manos. Amistoso, divertido, cercano, pero nunca coleguilla. Siempre manteniendo ciertas distancias. el entrenador es el entrenador, es el que le enseña, el que les premia, el que les castiga, el que da órdenes... Muchas veces es el que les da cosas buenas a los jugadores, pero otras es el que les quita cosas a los jugadores, el que les da malas noticias y es en esos momentos en los que tiene que saber como llevar la situación, porque si no es cuando todo el trabajo previo se va por el sumidero.

P.D.: A los que me vais siguiendo, muchas gracias por comentar y perdón por tanto tiempo sin postear algo.
     

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