domingo, 12 de junio de 2011

Como llevar a un grupo (I)

     En mi primer año como primer entrenador me encontré con una situación bastante desagradable. Llevaba a un grupo de chavales de 14-15 años. Un cadete de un buen club. Como era mi primer año, evidentemente no se trataba de un A, sino de un C. Cada grupo se acaba llevando de maneras diferentes. El nivel es diferente, los objetivos también, y el carácter de los jugadores no tiene nada que ver.
     En mi caso era un Cadete C mixto (primer y segundo año) con jugadores con muy poca autoestima, pero un nivel más que aceptable para la categoría en la que estaban (comarcal). En cuanto cogí al equipo me di cuenta que era un grupo capaz de quedar campeones pero que tenía dos lastres que a toro pasado creo que no fui capaz de superar.
     Nunca en mi vida he visto un equipo con la autoestima tan baja. Poniéndonos en antecedentes, eran unos jugadores los cuales muchos de ellos llevaban muchos años en el club, pero siempre en los peores equipos, con lo cual ellos mismos ya se menospreciaban. Jugadores que no tenían una motivación de intentar ir a un grupo mejor, porque creían que si subían solo iban a estar de relleno. Además por motivos de categorías, aunque quedarán campeones no iban a subir y a eso hay que sumarle el hecho de el "baile de jugadores" que tiene un C. Si uno destaca, sube y el equipo se queda colgado, si uno o varios del A o el B está muy mal, a bajarlo al C, y este con veintitantos jugadores en plantilla y desconvocando chavales. En serio, mucha gente piensa... va, es un C, no hay problemas... pero no es verdad. Creo de verdad que es más fácil de llevar un equipo que tiene unos objetivos claros algo por lo que dejarse la piel... a un crío de 15 años no le digas que tiene que esforzarse para mejorar porque te va a mirar con cara de ... que cojones me estás diciendo.
     El otro gran problema que me encontré, fue la mala actitud de los jugadores. En parte por lo que he explicado anteriormente, y en parte yo, como entrenador novato (y sin un segundo que me ayudara) no supe imponer un orden.
     Yo por aquel entonces contaba con 26 años y como he dicho era mi primera temporada y los chavales tenían 15 años. Pues bien, mi carácter es a veces demasiado blando y yo además no me veía tan lejos en edad de ellos, así que decidí, o salió solo, ser un entrenador-colega. Mal.
     Nunca, y digo nunca lleguéis a esa conclusión o vayáis por esa senda. un entrenador además de ser el profesor, además de los conocimientos y además de la preparación, debe ser un oyente, un guía, incluso un consejero pero nunca un amigo. Hay una barrera la cual nunca hay que superar, y nunca debe ser superada por el jugador. Porque si no sucede lo que dice la frase: Das la mano y te cogen el brazo. El respeto es algo que se pierde muy rápidamente y es muy difícil de recuperar. Cuando un jugador ve que su entrenador hace bromas, el también las va a hacer y eso lleva a que se altere el orden y cuando este se altera y el entrenador lo permite porque es un 'colega' entonces llega el descontrol y cuando llega el descontrol, el entrenador se da cuenta de que ya no es capaz de reinstaurar el orden. en este momento es en el que la dinámica del grupo se va al carajo. a partir de este momento el entrenador ya se da cuenta de que no va a poder llegar a los jugadores en lo que queda de temporada, da igual lo que diga, da igual lo que pase. habrá problemas, se hallarán soluciones, pero no se podrán aplicar porque poco a poco además del respeto los jugadores perderán la confianza en el entrenador. Y cuando los jugadores no confían en el entrenador, se acabó.

Otro día seguiré divagando. Espero preguntas y reflexiones vuestras.
  

2 comentarios:

  1. Interesante. La preguntas son:
    1) Como terminó la temporada aquel equipo?
    2) Te volvió a pasar, de encontrarte con esos problemas... y si pudiste resolverlos y como?

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  2. Pronto haré una segunda parte sobre este post. Gracias por tu interés de verdad

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